Hola!!
Hace unos días estuvimos en Faunia, un parque de animales. Es un sitio ideal para ir con los peques. Krilín se lo pasó como un enano!! Disfrutamos mucho y él se fue dando cuenta de todos los animales.
Dimos de comer a los perrillos de las praderas, a los patos, a las cabras y ... ¡¡¡hasta a los lemures!!!
Increíble los lemures. Cuando nos poníamos la comida en la mano, ellos agarraban nuestra mano con sus manillas (muy suaves, por cierto) e iban comiendo de lo que había. Nos resultó muy curioso que fuesen tan suaves y nada ariscos. ¡Seguro que repetimos experiencia!
Como en todo parque de ocio, los consumibles son un poco caros, por lo que nos llevamos unos bocatas y listo! Y para calentar las comidas de los peques hay microondas (gratuitos) que vienen fenomenal.
En cualquier caso, el motivo de escribir mi entrada es el siguiente. Yo respeto todas las maneras de educar. Opino que hay que dar libertad a los niños para que exploren y descubran cosas por su cuenta, pero antes que nada debe prevalecer el respeto y el cuidado hacia lo demás.
Os cuento esto porque en uno de los lagos había carpas. Unas carpas enormes. Boqueaban en el momento que algo caía en el agua.
Pues hay estaban tres chavalines (de unos 10 años), que, con botellas de plástico que previamente habían cogido de una papelera, arreaban "botellazos" a las carpas que salían del agua para comer.
Nadie había por allí para decirles nada...
Yo pienso que "para criar (yo añado EDUCAR) a un niño es necesaria la tribu entera" (proverbio africano), pero creo que aquí el mal ya está hecho...
¡¡Esa es mi reflexión de ésta semana!! Hasta el jueves que viene!!!
AnitaCendrero